El Lago de Pátzcuaro

El Lago de Pátzcuaro es el lugar de México con mayor tradición de cultura purépecha. Alrededor del Lago de Pátzcuaro están los sitios arqueológicos Ihuatzio y Tzintzutzan, testimonio de la era precolombina de Michoacán.

Dentro de las emocionantes actividades que se pueden practicar alrededor del Lago de Pátzcuaro, están el ciclismo de montaña y el vuelo en parapente.

Con una notable gastronomía autóctona, Pátzcuaro ofrece a sus visitantes tradicionales tamales rellenos de pescado blanco, sopa tarasca, pozole rojo, atole de grano, truchas, boquerones, nieve de pasta, borrego y una gran variedad de bebidas hechas a base de maíz.

Los espectáculos de la Danza de los Viejitos y Danza del Pescado son una añeja tradición que los turistas disfrutan mucho.

El Lago de Pátzcuaro se localiza a 2,140 metros sobre el nivel del mar. La temperatura de su clima oscila entre 23° C y 9° C.

Pátzcuaro, en idioma purépecha, significa asiento de templos. Los pobladores creían que era la puerta del cielo por donde descendían y subían los dioses. Los habitantes de Pátzcuaro están mayormente dedicados a las artesanías, como textiles, bordados, muebles y alfarería.

Son cinco las islas que se encuentran en el Lago de Pátzcuaro. La Pacanda se localiza a 35 minutos del muelle de Pátzcuaro, en el centro del lago; dentro de esta isla hay una muy bella laguna donde predomina el pato y la carpa.

La isla Yunuén se ubica a 30 minutos del muelle, su nombre significa “media luna”; sus principales atractivos son la vegetación, las construcciones típicas y un embarcadero con cabañas para hospedaje, ofreciendo una estancia tranquila a sus visitantes.

La isla de Los Urandenes está a 10 minutos del muelle de Pátzcuaro, consiste de tres islas rodeadas por hermosos canales y en sus costas están las principales reservas de pez blanco. Sus habitantes son diestros pescadores con redes de mariposa.

La isla Tecuena está a 25 minutos del muelle de Pátzcuaro, es la isla más pequeña del lago. Su nombre significa “miel buena” y su mirador ofrece una maravillosa vista del lago.

La Isla de Janitzio está a 20 minutos del muelle de Pátzcuaro, su nombre significa “cabello de elote”, tiene un monumento de 40 metros de altura en honor al General Don José María Morelos y Pavón; además de una serie de pinturas que plasman la vida de este héroe. La comunidad indígena de esta isla ha conservado las costumbres en torno a la noche de muertos que se celebra cada día primero de noviembre, atrayendo a visitantes de todo el mundo para observar como los habitantes de la isla salen al lago con sus redes de mariposa y lanchas iluminadas con veladoras.

Alrededor de 1320, el lago y sus alrededores eran habitados por tres grupos indígenas que continuamente combatían entre sí; los coringuaro, isleños y chichimecas. Los chichimecas se refugiaron en Pátzcuaro cuando los españoles llegaron a Michoacán. En 1526 llegó Nuño de Guzmán y cometió crímenes que culminaron en la tortura y muerte de Taganxoan II, último emperador tarasco; ante esto, los habitantes de Pátzcuaro huyeron a las montañas y la región quedó despoblada. En 1540, el Obispo Don Vaso de Quiroga inició a repoblar Pátzcuaro al convertir esta región en la sede episcopal, llevando a varios indios y familias españolas.

Don Vasco de Quiroga es considerado el verdadero fundador colonial de la ciudad de Pátzcuaro. Nació en 1470 en villa de Madrigal de las Altas Torres, España; y murió en Uruapan, Michoacán en 1565. Don Vasco de Quiroga fue comisionado por el monarca español para formar una nueva Audiencia, arribó a México a principios de 1531. Su primer acto de justicia fue condenar a Nuño de Guzmán y retirarle todas sus propiedades, ya que las había adquirido por medios reprobables y se le envió prisionero a España donde al poco tiempo murió en la mayor miseria. Rápidamente Don Vasco se dedicó a reparar las injusticias cometidas por Nuño de Guzmán en Michoacán.

En vista de este éxito, el Emperador Carlos V propuso al Papa en 1531 que se nombrara obispo de Michoacán a Don Vasco; le fueron impuestos en un mismo día todos los grados eclesiásticos en 1538. Trasladó la sede episcopal a Pátzcuaro en 1540. Se puede decir que casi todos los templos y conventos en Pátzcuaro se deben a Don Vasco. Se le reconoce el haber gastado todos sus recursos personales en mejorar la vida de los indígenas, a quienes defendió de los abusos de los españoles. Murió a los 95 años de edad y su cuerpo fue sepultado en lo que entonces era la Catedral, actual iglesia de la Compañía. La Presea Vasco de Quiroga fue constituida por el ayuntamiento de Pátzcuaro desde 1983 en reconocimiento a las personalidades que han contribuido al engrandecimiento de la ciudad, se entrega cada 28 de septiembre.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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Foto: Pixteca