La Isla Guadalupe en Baja California, y los Tiburones Blancos

Esta isla de origen volcánico y con un área de 250 kilómetros cuadrados, pertenece al estado de Baja California Norte, y es considerada como parte del municipio de Ensenada. Se encuentra a aproximadamente 240 kilómetros de la península y está catalogada como “Santuario para la Vida Salvaje” desde el año de 1975.

Esta característica lo convierte en un lugar digno de visitar y admirar. En la Isla de Guadalupe el clima principal es el semicálido, pero llega a ser árido-seco en la época más caliente del año. Fue descubierta en 1602 por Sebastián Vizcaíno, aunque la distancia a la costa y su clima la salvaron de ser colonizada y, para efectos prácticos, permaneció virgen hasta principios del siglo XIX, cuando arribaron pescadores y cazadores europeos. Las especies introducidas por estos pescadores (perros, gatos ratones, cabras, etc.) provocaron un cataclismo ecológico en la isla, al grado de que en los años 50 se le describió como cementerio biológico.

Sin embargo al ser abandonada por los humanos y más al ser declarada Zona de Reserva, la homeostasis (proceso de recuperación del ambiente tras un ataque) se aceleró, lo que ha contribuido enormemente a la recuperación de las poblaciones de aves y mamíferos marinos. Entre la fauna mamífera del lugar podemos citar a los elefantes marinos, el Lobo Fino de Guadalupe (especie endémica) y la foca; en las aves el Mérgulo de Xantus, el Albatros y una especie de búho. De los peces y mariscos sobresalen el abulón (muy cazado y apreciado), la langosta y hay además varias especies de atunes.

Sin embargo, todos estos animales son presa regularmente del más temido depredador de la región: El gran Tiburón Blanco.

La población de Tiburones Blancos

Los tiburones blancos, pese a su mala fama nivel mundial, no son tan peligrosos para el ser humano como éste lo es para el tiburón. Aunque esta especie sólo cuenta con un enemigo natural (la Orca) su población se ha ido reduciendo considerablemente al pasar de los años debido a la caza humana. Los tiburones, sin embargo, han encontrado en la Isla de Guadalupe un lugar excelente para aumentar su número y cazar a los animales antes enlistados, siendo los mamíferos su principal fuente de alimento.

Los pescadores que frecuentan las aguas de la isla suelen tener encuentros con estos escualos, por lo que se ha popularizado el buceo con estos animales. Este deporte no es para personas que se asustan fácilmente, sino para aquellos que buscan la emoción y la aventura. Obviamente los buzos están protegidos por una jaula de acero que los separa de los animales, aunque sólo de los grandes, ya que los pequeños a veces pueden llegar a pasar a través de los barrotes. El tiempo de observación de los animales puede ser variado según el número de ocupantes de la embarcación. Lo máximo son 12 personas por viaje.

Así, muchos científicos han ido a la isla en el pasado para estudiar al tiburón y ya es una actividad turística popular el observarlos y hasta (en tiempos permitidos) cazarlos deportivamente. Estas actividades pueden ser hechas en embarcaciones que zarpan en puertos cercanos como San Diego, pero también es posible arribar mediante el avión que parte semanalmente del “Maneadero” en Ensenada.

Los viajes promedio duran 4 días y anclan cerca de la costa, aunque también es posible realizar la visita a la isla en una embarcación propia. Para ello se debe enviar una solicitud con los datos de la embarcación y tripulantes a la “Comisión Nacional de Áreas Protegidas”, además de un pago que varía en base al tamaño de la nave.

Diversas agencias americanas ofrecen los paquetes de todo incluido para la visita, además de que garantizan los avistamientos de tiburones, pues cuentan con carnada para atraerlos. Si se está en el ánimo de practicar este deporte, debemos fijarnos que la Compañía tenga personal calificado y buenas condiciones en el equipo que usen (hay casos de otros lugares en el que los tiburones rompieron parte de la jaula al ser ésta muy antigua o estar en malas condiciones).

Otra cosa importante es que la mejor época, aunque no la única, para acudir a la Isla Guadalupe es entre Septiembre y Abril pues no hay tormentas. La experiencia de alimentar a los tiburones blancos es inolvidable, y por lo tanto, ¡muy recomendable para todos aquellos que les guste la adrenalina y el mar!



Artículo Producido por el Equipo Editorial de "Explorando México".
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Foto: Shardivers.blogspot