El Cañón del Cobre

Las Barrancas del Cobre, consideradas en la actualidad como una de las maravillas de México, pertenece a la cadena montañosa de la Sierra Madre Occidental en el Estado de Chihuahua. Se trata de una cadena de 20 barrancas de gran profundidad. Su acceso es difícil, ya que sólo pueden apreciarse en la travesía del Tren Chihuahua – Pacífico que llega desde los Mochis. Sin embargo, el viaje vale la pena, ya que se trata de uno de los lugares más bellos, en el que se aprecia el paso de varias eras geológicas; la estructura del lugar es predominantemente volcánica, con cerca de 30 millones de años desde su formación, misma que se debe especialmente a la acumulación de desechos volcánicos como lava y ceniza que dieron origen finalmente a grandes elevaciones.

Se cree que es la barranca más impresionante por su profundidad, que está cerca de los 1800 metros de altura, y una extensión de 50 kilómetros aproximadamente. La fauna que se desarrolla en este suelo está integrada por árboles maderables como el pino, el encino, el táscate, y otros comestibles como el higuero, árboles frutales cítricos.

Por la altura, el clima y la formación rocosa, sobreviven en él especies vegetales como cactáceas, ya que la acumulación de agua es indispensable para soportar el clima cálido. Estas estructuras rocosas dan protección a aves como el águila, el pájaro carpintero, así como felinos de gran belleza como el jaguar, el puma, y especies como el mapache, jabalí, zorros, y variedades importantes de reptiles.

El sitio comparte diversos microclimas, ya que el acantilado en el fondo tiene temperaturas cálidas, siendo más templado en la superficie, mismas que se exponen a un intenso frío en el invierno. Gran parte de la lluvia que se capta en el fondo del cañón, la cual se evapora, lo que origina también el clima cálido en sus profundidades.

Es un sitio de especial interés para desarrollar actividades como la fotografía, el montañismo, la cabalgata, la caminata, rapel, aunque es recomendable sin duda la guía de un experto, ya que el desconocimiento de su extensión, especies animales y vegetales puede ser adverso al visitante si no se toman las precauciones debidas.

A su vez, la Sierra Madre Occidental, también es un lugar de convergencia de las culturas indígenas y el mundo urbano que le visita. Pese a su clima a veces inhóspito, éste ha albergado legendariamente a indígenas tarahumaras, particularmente a los Rarámuri, quienes han logrado adaptarse al clima y las condiciones adversas del lugar.

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Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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