Las Haciendas en Yucatán

Hacienda es una palabra que significa riqueza y era la forma típica de organización económica en el sistema colonial español. Por órdenes del rey, a partir de 1529 se empezaron a repartir tierras a los españoles que residían en México. Los rubros por los cuales se formaron las haciendas dependían de lo que pudiera ser producido localmente.

El sistema de haciendas estaba basado en un propietario, llamado hacendado, su familia y una elite social. El resto eran los trabajadores, conocidos como peones, quienes trabajaban la tierra y donaban una porción de su producción al hacendado. La Iglesia Católica, en especial la orden de los Jesuitas, fue propietaria de numerosas haciendas en México.

Estos enormes conjuntos poseían miles de hectáreas y generaron grandes fortunas. Eran ciudades de las que nunca había necesidad de salir e incluso usaban su propia moneda, acuñadas con la efigie de la hacienda.

En Yucatán, las haciendas se construyeron alrededor de la industria henequenera; el henequén es originario de este Estado. Es una planta que crece en zonas áridas y pertenece a la familia agavaceae. Tiene hojas angostas, rígidas y grisáceas que miden de 8 a 12 centímetros de ancho y de 1.25 a 2.50 metros de largo con espinas triangulares a lo largo de sus bordes. Las hojas crecen alrededor de un tronco de 2 a 3 metros de diámetro y hasta 2 metros de altura. Tiene una vida de aproximadamente veinticinco años, de sus pencas se extrae la fibra.

El nombre maya del henequén es “elsoskil”, los mayas utilizaban su fibra para elaborar cuerdas, con las cuales fabricaban hamacas, tapetes, bolsas y prendas de vestir, entre otros textiles. También utilizaban la planta viva para la protección de sus casas.

La producción del henequén a escala industrial se comenzó después de la Guerra de las Castas en 1850. Esta guerra causó un severo detrimento en la producción agrícola de la región y simultáneamente, países como Estados Unidos, Francia e Inglaterra reconocieron la utilidad de esta fibra y empezaron a importarla. Estados Unidos aportó un importante financiamiento para comenzar la producción del henequén a gran escala.

Debido a su rápida demanda y a pesar de que Yucatán destinaba 400 mil hectáreas a su cosecha, no se lograba cubrir la demanda mundial. Esto causó una acelerada alza de precios, enriqueciendo colosalmente a sus productores, quienes justificadamente lo llamaron “el oro verde”.

La industria henequenera de México empezó a declinar en 1920 por diversos factores. Brasil, Cuba, Haití y Kenia comenzaron a exportar fibra mientras que la Revolución Mexicana y su resultante reforma agraria dividieron las inmensas plantaciones entre los campesinos, provocando el derrumbe de su producción. En la década de 1970 los productos de la industria petroquímica sustituyeron a las fibras naturales y con esto la demanda del henequén terminó por desaparecer.

Las haciendas que alguna vez fueron símbolo de esplendor, ahora están abandonadas o convertidas en sitios turísticos. Actualmente, muchas haciendas han sido convertidas en hoteles de lujo y museos, conservando su estética mexicana y un ambiente tranquilo. Estos hoteles-hacienda-museo son ideales para conocer la historia del México colonial.

Antigua Hacienda de Yaxcopoil

Yaxcopoil es una palabra maya que significa “lugar de los álamos verdes”. Esta hacienda vivió tres grandes periodos de Yucatán: la vida prehispánica, colonial y el auge henequero de fines del siglo XIX. Se encuentra dentro del municipio de Mérida y está rodeada por antiguos establecimientos rurales. De la época prehispánica, en el área aún sobreviven ruinas mayas de estructuras piramidales. En el siglo XIX, esta hacienda tenía una extensión de 11,000 hectáreas para la cría de ganado, como se menciona en diversos documentos desde 1703.

Cuando inició la explotación del henequén, la inmensa propiedad tenía su propio sistema de transportación con mulas tirando de plataformas, con el que actualmente se sigue trabajando. La majestuosa casa principal aun conserva un ambiente europeo con los muebles originales y un doble morisco, símbolo de las dos mil cabezas de ganado que llegó a tener. Actualmente, es propiedad de la familia Cervera, quienes adquirieron la hacienda en 1864 y ahora es un museo abierto al público. Sus edificios aún muestran la riqueza del pasado.

Hacienda de Teya

La Hacienda San Idelfonso de Teya se fundó en 1683 por doña Ildefonsa Antonia Marcos Bermejo Calderón y de la Helguera, esposa del conde de Miraflores. Tras haberse dedicado a la ganadería, en el siglo XIX se convirtió en una de las más importantes haciendas henequeneras. La familia Cárdenas Sosa la adquirió en 1974, después de que había estado completamente abandonada y en ruinas. Se comenzó a restaurar en 1987 y ahora es un espléndido lugar con excelente restaurante y se alquila para fiestas.

Hacienda San Antonio Curul

La Hacienda San Antonio Curul es una de las más antiguas de Yucatán, existen referencias de ella que datan desde 1626. Dentro de ella se encuentra un cenote, formación natural de agua pura y piedras esculpidas por los mayas. En sus pasillos hay una inscripción que reza “En junio de 1795 se concluyeron estos corredores siendo dueño de la estancia el teniente coronel de los reales ejércitos, Don Diego Antonio de Azevedo”, quien fue sargento mayor de Mérida. El último en adquirirla fue el Ing. Eric Rubio Ancona y ahora es propiedad de sus cuatro hijos. Como tantas otras de su época, alcanzó su esplendor con la industria henequenera. Esta bella hacienda está perfectamente conservada y abierta al público.

Hacienda Santa Rosa

Esta hacienda fue fundada en el siglo XVIII y vivió la transición del fin de la industria henequenera y el principio de la producción de aloe vera. Actualmente es un hotel de categoría mundial cerca de sitios arqueológicos mayas.

Hacienda Temozón

Temozón es una palabra maya que significa “remolino del viento”. Su primer propietario fue Diego de Mendoza en 1665, uno de los primeros conquistadores españoles. En esa época, esta hacienda se dedicaba a la ganadería y a mediados del siglo XVII se convirtió en productora de maíz. En el siglo XIX se sumó al gran auge económico de la industria henequenera y era la de mayor producción en la región. Tras el declive de esa industria, Hacienda Temozón cambió varias veces de propietario y finalmente fue adquirida en 1996 por Grupo Plan, ahora está convertida en un majestuoso hotel de lujo.

Hacienda San José

Esta hacienda se construyó a finales del siglo XVIII; después de haber estado dedicada a la producción de maíz, ganado y azúcar, fue una de las últimas en incorporarse al auge de la industria henequenera. En 1993, Grupo Plan la adquirió y restauró, convirtiéndola en un lujoso hotel.

Hacienda San José Cholul

Esta hacienda se convirtió en un hotel de 15 habitaciones, nominado por la Revista Condé Nast como uno de los mejores del mundo. Su remodelación de hacienda a hotel se realizó con estricto apego al estilo Colonial. Se localiza en el municipio de Tixcocob, a 33 Km. de Mérida.

Hacienda Dzoyaxché

Esta hacienda forma parte de la Reserva Ecológica Cuxtal, en la que se ubican otras seis ex-haciendas. Entre su abundante fauna hay venados, armadillos, reptiles y diversas especies de aves. Algunas de las actividades que ofrece son paseos en camioneta, un estanque para nadar, visitas a un cenote y sitio para acampar.

Hacienda Eknakán

Eknakán significa “la casa oscura de la culebra” o “las cuatro casas oscuras”. Esta importante hacienda fue construida con el objetivo de algún día convertirla en la iglesia del pueblo. En su capilla se exhibe una imagen de San Francisco con huellas de la crucifixión de Jesucristo. Su arquitectura gótica con numerosos vitrales multicolores ahora funciona como museo.

Hacienda Kankabchén

Kancabchén significa “pozo de tierra roja” en lengua maya. Esta hacienda se construyó en 1890 y estuvo dedicada a la industria ganadera y henequera. Fue rescatada del abandono hace más de 15 años para transformarla en un proyecto ecoturístico y social, mostrando las tradiciones y costumbres de Yucatán. En sus instalaciones se ofrecen recorridos turísticos y el espacio se renta para eventos. En su palenque se llevan a cabo peleas de gallos. Su atractivo particular es el zoológico, albergando 50 variedades de aves, mamíferos y reptiles. Se ubica en el municipio de Baca, a 22 kilómetros de Mérida.

Hacienda San Pedro Ochil

Esta hacienda data del siglo XVII, construida durante la época del virreinato entre ruinas mayas. Se localiza en el municipio de Abalá o “lugar de las ciruelas”, región prehispánica. Los visitantes pueden pasear por sus instalaciones de estilo neoclásico y morisco.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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