En el año de 1755 los primeros colonos españoles llegan a asentarse en ambas márgenes del Río Bravo en el extremo noroeste del actual estado de Tamaulipas. En 1767 se le da el nombre de Villa de Laredo y se mantiene así por casi un siglo.

Durante la dictadura del Gral. Santa Anna en México, el país se vio sumergido en una guerra con su vecino país del norte, resultando perdedor y pagando un precio muy alto por ello. En 1848, el acuerdo que pone fin a la guerra entre las dos naciones soberanas lleva el nombre de Tratado de Guadalupe – Hidalgo, y en él México acepta ceder casi la mitad de su territorio ante el enemigo vencedor. Con esto se define una nueva frontera al norte del país quedando delimitada por el Río Bravo, lo que dividió entre dos países a los habitantes de la Villa de Laredo.

Aquellos que no deseaban convertirse en norteamericanos cruzaron el río y se instalaron en la parte mexicana de la villa, naciendo así la actual ciudad de Nuevo Laredo, Tamaulipas; nombre que el entonces gobernador del estado confirió a la nueva población al sur del Río Bravo, el gobernador Francisco Vital Fernández.

El Congreso de México le otorga la categoría de ciudad en el año de 1891.

Su estratégica posición geográfica como ciudad fronteriza ha jugado un papel esencial en el desarrollo de esta cálida ciudad. Actualmente, en su infraestructura aduanera se cuenta con el Puente Internacional I Las Américas, el Puente Internacional II Juárez – Lincoln, y el Puente de Comercio Mundial Nuevo Laredo III, además del Puente de Exportación IV (ferrocarril), a través de los cuales cruzan miles de millones de dólares en mercancías cada año en los 3 mil trailers y 1,500 vagones de ferrocarril que cruzan cada día la frontera mencionada.

Este importante puente entre las dos naciones americanas se distingue por la modernidad de su estructura de servicios, permitiendo un eficiente y ágil manejo de las cargas manejadas.

La economía de Nuevo Laredo también se sustenta en gran parte por las maquilas de exportación establecidas dentro de sus límites