El Centro Histórico de la Ciudad de México

Se conoce como Centro Histórico de la Ciudad de México al conjunto arquitectónico en el que históricamente quedó asentada la antigua Tenochtitlán, y que posteriormente albergó las construcciones administrativas, comerciales y religiosas de la Nueva España, conservando su carácter de centro urbano hasta la fecha.

El Centro Histórico tiene una extensión aproximada de 9 km2, y en él se albergan edificios que son vestigios de la historia del país: decenas de iglesias, edificios, espacios culturales creados a propósito o que han sido adecuados a diversas actividades.

Este segmento geográfico reúne en sí mismo etapas representativas del arte e historia de la sociedad mexicana. En sus edificios pueden apreciarse evoluciones artísticas como el estilo del renacimiento, el neoclásico, o barroco, todos ellos en diferentes artes como la arquitectura, pintura, tallado, orfebrería, escultura, que ornamentan edificios públicos y privados.

Como punto de referencia principal se encuentra la Plaza de la Constitución, el Palacio Nacional y el Edificio que hoy ocupa el Gobierno del Distrito Federal. Por sus calles se puede transitar hasta diferentes corredores comerciales que caracterizan la vida de los habitantes de esta ciudad. Partiendo de la Plaza de la Constitución, puede apreciarse inmediatamente la gran Catedral Metropolitana. Justamente a un lado de Catedral se encuentra la Calle de Seminario que lleva a otros tantos sitios históricos, como la Casa del Marqués del Apartado. Al doblar en Justo Sierra se encuentra el Antiguo Colegio de Cristo y el Museo de la Caricatura. Siguiendo por Seminario y doblando en Luís González Obregón, el visitante puede encontrar acceso a la Biblioteca Iberoamericana, y llegar a República de Brasil en donde se encuentra uno de los sitios de gran tradición para quienes buscan trabajos de impresión y serigrafía: La Plaza de Santo Domingo. Aprovechando, puede introducirse al Palacio de la Inquisición que se encuentra en República de Brasil y República de Venezuela, junto al cual por cierto, está la Casa de Leona Vicario. En sentido opuesto, sobre la misma calle se encuentra el Nacional Monte de Piedad, y frente a éste un conjunto de hoteles de cinco estrellas que dan la bienvenida al visitante que desee un alojamiento confortable con vista a la Plaza de la Constitución.

Caminando por Francisco I. Madero que se encuentra frente a la misma Plaza, puede llegarse a la Casa de los Condes de Miravalle, o al Casino Español, en República de Chile. Seguir por Francisco I. Madero también lleva al Templo de la Profesa, y a la Casa de los Azulejos, al Edificio Guardiola y a la Torre Latinoamericana. Llegando a ese punto basta una cuadra para llegar al Palacio de Bellas Artes y frente a él a la Alameda Central.

Tomando como punto de referencia nuevamente el Zócalo, puede ingresarse a José María Pino Suárez para llegar a la Suprema Corte de Justicia Templo y Hospital de Jesús y al Museo de la Ciudad de México.

Por donde quiera que se transite, las calles del Centro Histórico ofrecerán sitios para comer para cualquier tipo de ingreso, sitios de recreación, cultura. Se han formado amplios corredores turísticos y comerciales que permiten la compra de toda clase de objetos: ropa, zapatos, joyería, etc., que permite que el recorrido sea placentero y divertido.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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