Antiguo Colegio de San Ildefonso

Se encuentra en Justo Sierra # 16, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, abre sus puertas de Martes a Domingo de 10:00 a 18:00 horas. En él hay membresías para público en general, estudiantes y maestros. Se pueden obtener visitas guiadas gratuitas, que se dirigen por voluntarios, cuando hay exposiciones y sólo al edificio. Además, puede contratarse un especialista para obtener una visita exclusiva individual o colectivamente.

Las visitas que más se requieren son las de los colegios a los cuales se les reservan horarios y espacios determinados previamente, se ofrece material audivisual, visita guiada y talleres que complementan el tema de la exposición. Cuenta con dos servicios más: restaurante y cafetería. El restaurante El Cardenal, abre de Lunes a viernes de 8:00 a 18:00 horas, y los sábados de la 1:00 hasta las 6 de la tarde.

El Antiguo Colegio Real de San Ildefonso, se empezó a construir en el año de 1712, terminándose el edificio en 1740. Es producto de los artistas de la Nueva España y de la mezcla de la cultura europea e indígena. Albergó siempre instituciones educativas, y a partir de 1867 sería Sede de la Escuela Nacional Preparatoria.

La construcción del Colegio inició con el Colegio Chico, que hoy es la filmoteca de la UNAM. El resto de la estructura consta de dos claustros, que son el Colegio de Pasantes y el Colegio Grande, cada uno con su patio. El Estilo que predominó para su construcción fue el Barroco.

El Colegio, después de que los Jesuitas fueron expulsados de la Nueva España, tuvo varios usos: Cuartel del Regimiento de Flandes, Sede de la Escuela de Jurisprudencia, Sede de las cátedras del Colegio de Medicina, Cuartel de invasores norteamericanos y franceses durante la intervención

De 1902 a 1910, se le acompañó con la construcción del Anfiteatro Simón Bolívar, y en 1931 se destinó un edificio para la rectoría de la UNAM. En todo este tiempo ha sido sede importante de la Universidad nacional. Desde su construcción fue objeto de la creación de varios artistas plásticos importantes, al mismo tiempo de corrientes e ideologías que se plasmaron en sus muros.

A su llegada en 1572, la orden de los Jesuitas tuvieron como responsabilidad la evangelización en la Nueva España, sobre todo aquellas que por su distancia y dificultad no habían sido captadas por otras órdenes religiosas. Es importante mencionar que la educación desde ese tiempo, tuvo como pilar fundamental a las órdenes, quienes además de la misión evangelizadora, enseñaron a leer y escribir a los indígenas y posteriormente en los colegios se impartían toda clase de oficios y educación más avanzada.

Hacia el final del siglo XVI se creó el Colegio Real de San Ildefonso, que tenía como objeto albergar a los estudiantes del Colegio Máximo de San Pedro y San Pablo, que fue inaugurado en 1588. Su nombre fue inicialmente Real y más Antiguo Colegio de San Ildefonso, y luego con Iturbide y Maximiano se llamó, Imperial, y luego Nacional en el siglo XIX.

En 1867 tuvo otra vez como objeto la vida educativa ya que Benito Juárez lo reconoció por decreto, como la Sede de la escuela Nacional Preparatoria. Estuvo bajo la dirección del Doctor Gabino Barreda. Al paso del tiempo fue casa del positivismo Mexicano, con el lema de “Amor, orden y progreso”.

En 1978 quedó desocupado y dejó de ser sede de la ENP, y pasó en 1992 a una remodelación exhaustiva, y al mismo tiempo la UNAM, El Consejo Nacional Para la Clutra y las Artes, y el Gobierno del D.F., formaron un grupo de administración que hasta hoy funciona.

El objetivo del Antiguo Colegio de San Ildefonso fue desde el principio educativo – cultural. Hoy se encarga junto con la Universidad Nacional de la divulgación cultural de obras de artistas nacionales e internacionales, culturas y tendencias artísticas de cualquier tiempo que puedan ser presenciadas en sus espacios. Destacan en los últimos años las exposiciones: México, esplendores de Treinta Siglos, Tesoros artísticos del Vaticano, Dioses del México antiguo, entre otras.

El Museo busca la vinculación con el arte y la cultura entre público en general, estudiantes, instituciones educativas, instituciones privadas y el Estado, así como el acercamiento a todo tipo de culturas y tiempos.

Las Salas principales se encuentran divididas así:
1.- Sala de “El Generalito”
2.- La Excapilla.
3.- El Patio Grande
4.- El Patio de Pasantes
5.- El Patio Chico
6.- El Anfiteatro Simón Bolívar
7.- Dos anexos (De la Rectoría).

El Museo del Antiguo Colegio de San Ildefonso, tiene como obras permanentes los frescos de autores como Diego Rivera, y Murales extraordinarios de Siqueiros entre muchos otros. Es importante mencionar que tiene tres niveles, en los cuales el primero está destinado a los servicios, así, la planta baja alberga: recepción, taquilla, oficinas generales, y el acceso al museo, con la Sala Principal de “El Generalito”, la cual es la que alberga las colecciones permanentes, que tienen pinturas de autores nacionales. En el Segundo Nivel, se exponen las obras temporales, además de contener obras de pintores representativos del paisajismo en México. En el tercer nivel se encuentran también parte de las exposiciones temporales, dependiendo de la magnitud del evento.

Los Murales del Colegio se distribuyen de la siguiente manera:
1) Maternidad
2) Destrucción del Viejo Orden
3) La Trinchera
4) La huelga
5) La Trinidad Revolucionaria
6) El Banquete de los Ricos
7) Los ricos
8) La Alcancía
9) La Basura
10) Las asechanzas
11) La libertad
12) Jehová entre los ricos y los pobres
13) La Ley y la Justicia
14) Revolucionarios
15) La familia
16) La despedida
17) Trabajadores
18) La Bendición
19) El Sepulturero
20) Mujeres
21) G. Alegoría a la Virgen de Guadalupe, Ramón Alva de la Canal, y de Fermín Revueltas,
22) H. Desembarco de la Cruz: de los autores Alva de la Canal y Revueltas.

Los autores que predominan y los cuales son representantes del muralismo mexicano son:
- José Clemente Orozco,
- Diego Rivera
- Fernando Leal
- David Alfaro Siqueiros
- Ramón Alva de la Canal
- Fermín Revueltas.

La importancia que tienen estos murales es que en ellos se plasma el ideal socialista que caracterizó no sólo la revolución mexicana, sino los movimientos obreros que surgieron a partir de la corriente en todo el mundo. Cada uno de estos murales nos ofrecen la perspectiva del mundo de los años de la primera mitad del siglo XX, cuando México se reconstruía después de la revolución y cuando el ideal de la tierra, la libertad y la lucha social era una bandera de los artistas.

Hay que recordar que muchos de estos hombres también pertenecieron a movimientos obreros muy importantes y que en los edificios públicos se les ofreció la oportunidad de pintar sus ideas, gracias a que muchos creían que México podía alcanzar un sueño de libertad a través del movimiento social. Lo que vemos en estos murales son valores nacionalistas, la tierra, el trabajo, la familia, la religión incluso.

Se buscaba que a través de la educación, la sociedad pudiera desarrollarse, por eso se le da tanto énfasis a las instituciones como la Escuela Nacional preparatoria. México necesitaba de hombres con ideología propia, producida por una realidad histórica que no podía heredarse de ningún otro, sino interpretarse con sus propios recursos ideológicos. Lo que esos artistas pretendían era ofrecer una conciencia social a través de sus obras y una nueva forma de reconstruir el país, recordemos que la Revolución estaba muy reciente y se tenía que empezar un camino de paz pero al mismo tiempo de justicia.

Vasconcelos estuvo a cargo de la Secretaría de Educación y él era partidario del arte como un medio para la educación, por ello siempre convocó a los muralistas, quienes creyeron en el proyecto social de la educación.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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Fotografía tomada filmoteca.unam.mx