Cenotes de Cuzamá

Cenotes Sagrados del mundo Maya.

Los cenotes, para los mayas, eran sagrados. Los consideraban el origen de la vida, que proveía de agua a los seres que habitaban la selva y el final de la misma, al representar en sus creencias la entrada al inframundo, a través del cual podían establecer contacto con sus deidades. Vida y muerte. Nacimiento y resurrección. Dadores del vital líquido para mantener la vida y sepulcro para el descanso eterno.

La península de Yucatán, lugar en donde el mundo Maya tuvo uno de sus máximos esplendores, se encuentra conformada por placas de piedra caliza que han ido erosionando con el correr de los milenios. Esto ha provocado que los flujos de agua se conviertan en ríos subterráneos que han dado forma a los cenotes o ‘abismos’, favoreciendo la formación de espejos de agua dulce enclavados en cuevas o grutas repletas de estalactitas y estalagmitas.

Cada uno de ellos con sus características que los convierten en únicos en el mundo, el espectáculo que ofrecen estas obras escultóricas de la naturaleza es maravilloso, mágico y sorprendente. Una vez dentro, el asombro y admiración por el trabajo milenario de la naturaleza provoca una fascinación fuera de serie.

Déjate llevar por los ya famosos trenes jalados por caballos y mulas, que recorren los caminos entre la selva, en busca de estos maravillosos lugares de rituales sagrados y contacto con el mundo maya y sus creencias y costumbres. El agua es clara, pura y cristalina y la profundidad de los pozos llega a tales extremos que la tonalidad del agua se transforma en una variedad de colores extraordinarios, que van desde el azul aqua hasta el verde esmeralda.

Sin duda alguna, todos ellos son dignos de admiración, pero sobresalen los ubicados en el área de Cuzamá por su esplendor y belleza. Ubicado a unos cuantos kilómetros de la ciudad capital de Mérida, este lugar ofrece paseos ecoturísticos que permiten al visitante practicar deportes como el buceo, espeleobuceo, snorkeling, natación y rapel.

Los tres cenotes de mayor relevancia son: el Chelentún, el Chansinic’che y el Bolonchoojol.

Chelentún o 'piedra recostada', es una maravilla formada por amplios salones repletos de estalactitas y estalagmitas, que aunadas al azul profundo de sus aguas cristalinas lo convierten en uno de los más hermosos e impresionantes lugares sagrados de la península. Ofrece todo un espectáculo con sus esculturas en piedra y sus cascadas de agua de la más pura transparencia.

Chansinic’che o 'árbol con hormigas pequeñas', es el segundo en el recorrido desde Cuzamá y tal vez el que mejores condiciones ofrece para la práctica de deportes acuáticos y de rapel. Su amplia piscina con cuevas y vistas impresionantes es bañada por la luz solar convirtiéndola en todo un espectáculo visual que impresiona y maravilla a quienes lo visitan.

Bolom-choojol o 'nueve hoyos de ratón', es el tercero en el recorrido y se caracteriza por su diámetro en la piscina principal que es de aproximadamente 35 metros. Estas medidas lo convierten en un lugar ideal para los deportes acuáticos mientras se admiran las maravillas naturales de sus cuevas y profundidades.

Decídete ya a inspeccionar los mundos naturales y esotéricos de la Cultura Maya, Su magia, encanto y misticismo, aunados a la belleza natural de estos increíbles cenotes sagrados, te permitirán experimentar la ‘cosmovisión maya’ entre los individuos, la naturaleza y sus dioses o deidades.




Foto: vokeron7
Artículo Producido por el Equipo Editorial de Explorando México.
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