Modelos Económicos en la Historia de México

Los tres modelos económicos más representativos en la historia de México son los siguientes:

El Modelo de sustitución de importaciones.

En 1940 comenzó a aplicarse este modelo. A causa de la segunda guerra mundial, creció la demanda de bienes mexicanos y esto, a su vez, elevó la tasa de empleo. Esta circunstancia se combinó con la política del presidente Ávila Camacho (1941 – 1946), quien prometió indemnizar a los exdueños de la industria petrolera mexicana y estimuló la inversión extranjera en manufactura y comercio.

El presidente Miguel Alemán impulso aún más este modelo económico al imponer un fuerte control sobre la importación de bienes de consumo y ser flexible con los bienes de capital.

Conocida como la época del “milagro mexicano” por haber extendido sus beneficios a toda la población, este modelo fue fortalecido por los empresarios mexicanos. Ellos aceptaron la necesidad de una reforma económica y social, fomentando la expansión de los mercados nacionales y extranjeros.

El modelo del “desarrollo estabilizador”.

Aplicado por Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) y Luis Echeverría (1970-1976), este modelo proyectó modernizar la industria, aumentar la productividad y lograr la competitividad internacional a través de la incorporación de tecnología moderna. Las intenciones de Echeverría fueron reordenar el régimen mixto constitucional a través de la inversión pública, como la clave para dirigir al país hacia el crecimiento. También se comenzaron a basar los resultados en los indicadores sociales, ya no sólo en los económicos.

El periodo de José López Portillo se vio alentado hacia el neo-populismo por la autodeterminación financiera del país otorgada por la exportación petrolera. Este modelo desarrolló las áreas estratégicas del acero, la química, la petroquímica, los fertilizantes, la electricidad y el petróleo, punta de lanza de este modelo desarrollista.

El modelo neoliberal.

Este modelo, detectado desde 1982 hasta la presidencia de Presidente Zedillo, pretende la reducción del gasto público, el combate a la inflación, la estabilidad financiera y el fortalecimiento del ahorro interno. Los empresarios nacionales están encargados de reactivar y llevar a cabo el nuevo impulso económico del país. Esta reorientación consolidó la posición del gobierno para una apertura comercial radical y el establecimiento del tratado de integración económica con Estados Unidos y Canadá.

Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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