Frida Kahlo

Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón es el nombre completo de quien conocemos simplemente como Frida Kahlo. Nació en 1907 en Coyoacán. Frida desde una edad temprana tuvo una vida difícil caracterizada por las limitaciones físicas, ya que cuando tenía seis años enfermó de poliomielitis. Soportando los estragos que dejó la enfermedad parecía no tener mayor problema, y en la Preparatoria había demostrado entusiasmo y un carácter de liderazgo frente a un grupo de compañeros a quienes influenciaba. Pero este entusiasmo se vio opacado por el accidente que marco su vida; el tranvía en el que viajaba chocó recibiendo ella un impacto brutal que atravesó su columna y su pelvis.

El confinamiento por el accidente la motivó a pintar, siendo su recuperación lenta y dolorosa. Aunque Frida ya había comenzado la exploración de su dolor y su visión del mundo aún antes del accidente. De 1925 data su cuadro “Naturaleza muerta”, en 1926 pinta “Autorretrato con Traje de Terciopelo”, en 1927 destacan dos producciones, “La Adelita", “Pancho Villa y Frida”, así como “Si Adelita”, cuadro que también ha sido reconocido con el título de “Los Cachuchas”, éste último aludiendo al grupo de estudiantes del que formaba parte en la Escuela Preparatoria. Estas primeras obras identifican en Frida el interés por un entorno vivaz, del que desea participar. Son frecuentes tanto autorretratos como retratos de amigos y personas allegadas, como el que le realiza a Miguel N. Lira un escritor del grupo político de la Escuela, así como el de su hermana Adriana, ambos de 1927. En 1928 le dedica un cuadro a su novio Alejandro Gómez Arias, línea que continuará toda su vida, incluyendo a sus familiares y amigos como Lupe Marín.

La producción de 1929, era vasta, para entonces ya había conocido a Diego Rivera en los pasillos de la Secretaría de Educación Pública, casándose con él ese año. De esa época destaca su obra “El Camión” en donde se observa una influencia del estilo de su marido, ya que comienza a hacer referencia a las clases sociales; obreros, madres, mujeres que trabajan.

Continuará produciendo autorretratos y los retratos de amigos, así como obras con personajes individuales: “Retrato de una mujer de Blanco”, “Autorretrato”, ambos de 1930; “Aparador en una Calle de Detroit”, “Frida y Diego Rivera”, “Retrato de Leo Eloesser”, de 1931,

El matrimonio Rivera – Kahlo con una pasión definida por la pintura y por la lucha social, sin embargo, Frida se diferenciará definitivamente de la obra de su marido por su introspección y abstracción. Las temáticas de Diego eran totalmente orientadas a la reivindicación de las clases populares, en tanto Frida después de un accidente y un aborto que sufre en Estados Unidos, y que la obliga al reposo, comenzará la línea introspectiva que la define. Frida Kahlo ofrece una obra con varios elementos importantes; los íconos de la Cultura Mexicana, la apropiación de esos íconos como las vestimentas de tehuana, y la interacción con dichas figuras en sus pinturas, que también son simbólicas, como los monos; además de la visión del dolor y de la muerte en un mundo fantástico.

En 1932 su inmersión en ese dolor es innegable, pinturas como “Henry Ford Hospital”, y “Mi nacimiento”, abren paso a lo que será en adelante no sólo la temática predominante en su creación, sino el manejo simbólico de su realidad a través de los objetos que le rodean: camas de hospital y aparatos ortopédicos, aunque el mundo exterior también es evocado en sus cuadros.

Frida se autorretrata, sale de sí misma y se representa en los largos tratamientos médicos, tal como lo muestra “Unos cuantos piquetitos”, de 1935. Sin embargo, no pierde la visión que identifica su arraigo popular y su identificación con símbolos nacionalistas; será frecuente verla en sus autorretratos con trajes típicos, como el de 1937 dedicado a León Trotsky, y el del mismo año, “El Difuntito Dimas”, alternando con el colorido y las temáticas de sus múltiples intervenciones quirúrgicas, el cuerpo se vuelve el tema central, una exploración de sí misma, una autodesintegración llevada hasta el último extremo que contrasta con la constante reinvención para seguir viviendo: “Cuando te tengo a ti Vida, Cuanto te Quiero”, de 1938 ofrece esa postura. “Las Dos Fridas”, de 1939, indaga esa misma dualidad.

De su última época son representativos los cuadros “”Autorretrato con Pelo Corto”, , “Autorretrato con Colar de Espinas”, “La Mesa Herida”, todos de 1940, “Diego en mi Pensamiento”, 1943, “Pensando en la Muerte”, de 1943, “Diego y Frida 1929-1944”, “La Columna Rota”, de 1944; “Sin Esperanza”, 1945; “El Venadito Herido”, “Árbol de la Esperanza Mantente Firme”, ambos de 1946.

A pesar de su prolífica obra sólo expuso en tres ocasiones, en Nueva York, París y en México, ya con un avance severo de su enfermedad. En 1939, Frida y Diego firmaron el Divorcio, aunque ello fue sólo simbólico, ya que poco tiempo después volvieron a unirse. La vulnerabilidad física que sufría en sus piernas la llevó a la amputación de una de ellas tras una infección gangrenosa, después de lo cual se debilitó hasta su muerte el 13 de julio de 1954.

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Artículo Producido por el Equipo Editorial Explorando México.
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